Tan atados
van por los senderos
para guardar
respeto a la costumbre:
Pasarán
confundidos, muchedumbre
de galantes,
sutiles caballeros.
Golosos
pertinaces extranjeros.
Casi corren
con vieja servidumbre,
las orejas
paradas en la cumbre
del miedo a
que le pillen los dineros.
Son hábiles,
ligeros en maletas
hasta el
bolso de mano lo apretujan
al guardar
sus ahorros sin molestia.
Estrenan de colores las chaquetas
porque en su
vida diaria no se empujan :
Aunque en el
comedor parecen bestias.
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